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Ministerio celebra década ayudando mujeres al salir de la cárcel

por Joanne Fox

SIOUX CITY, Iowa (CNS) — La hermana franciscana Gwen Hennessey, directora de Clare Guest House, le da vuelta al dicho popular “¿Qué haría Jesús?”.

“Creo que lo que proveemos es lo que Jesús haría”, dijo sor Gwen, una hermana franciscana y directora de un hogar transitorio para mujeres acaban de salir de prisión.

Clare Guest House comenzó como una iniciativa de Sioux City Multicultural Neighborhood Project, ministerio aprobado por las Hermanas de San Francisco de Dubuque, Iowa, en 1998. Su misión era responder a las necesidades de mujeres y niños pobres, colaborar en el desarrollo de comunidades y servir como servicio de extensión para los inmigrantes de habla hispana.

“Cuando en el proyecto ya no teníamos hermanas que hablaran español, este evolucionó a un proyecto para ofrecer un ambiente seguro y comprensivo para mujeres que salen de la cárcel”, explicó la hermana franciscana Grace Ann Witte, quien vive en Clare Guest House con sor Gwen.

En el 2005 las hermanas franciscanas Shirley Waldschmitt, Mary Lee Cox y Grace Ann iniciaron los planes para el hogar transitorio. Ellas desarrollaron una filosofía para el hogar, identificaron el tipo de mujeres que este serviría y redactaron las reglas y los planes del personal.

“Un pequeño grupo de mujeres estuvo de acuerdo para continuar reuniéndose como grupo asesor, descrito coloquialmente como ‘Las Sabias’ para finalizar los planes”, dijo sor Grace Ann. “Fue en ese tiempo que se desarrolló el nombre Clare Guest House en honor a santa Clara de Asís, quien llevó una vida activa entre los pobres, sirviéndole a los leprosos, antes de ser obligada a una vida contemplativa enclaustrada”.

En el 2005 el proyecto recibió $20,000 de parte del fondo de ministerio de las Hermanas de San Francisco para comenzar Clare Guest House.

Ellas identificaron una casa de dos pisos y cinco habitaciones en una zona residencial al norte del centro urbano para ubicar su ministerio. Esta había sido una instalación de tratamiento residencial para niñas adolescentes, pero estuvo vacante durante cinco años. Sor Gwen se mudó allí el 27 de septiembre de 2005 para servir como directora residente.

La primera persona que llegó como huésped, llegó el 12 de diciembre de 2005, la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, sor Gwen recordó: “No creo que haya sido una coincidencia que la primera huésped fuera mitad hispana”.

Clare Guest House se incorporó como una institución independiente en el 2006.

El hogar ha atendido a 106 personas. La mayoría ha sido mujeres liberadas de Iowa Women’s Correctional Institution, una prisión en Mitchellville, Iowa. Algunas han regresado al hogar más de una vez, dijo sor Gwen.

“Hemos tenido algunas mujeres que no tuvieron éxito”, ella dijo, “pero también hemos tenido muchas que lo han tenido, que se han mantenido en comunicación con nosotras, agradeciéndonos por haber recibido de vuelta sus vidas”.

Sor Gwen podría señalarse como una historia exitosa porque ella una vez lo demostró con sus acciones.

Sor Gwen y su hermana carnal, la hermana franciscana Dorothy Hennessey, estaban entre las 13 mujeres arrestadas mientras participaban en desobediencia civil en el 2000 durante una protesta pacífica en la antigua Escuela de las Américas del Ejército de Estados Unidos en Fort Benning, Georgia. Ambas recibieron una sentencia de seis meses de cárcel, cumpliéndola en una cárcel federal en Illinois.

Clare Guest House es el único hogar transitorio de este tipo en el noroeste de Iowa y el único bajo el auspicio de las franciscanas de Dubuque, quienes fundaron la Universidad Briar Cliff en Sioux City.

Sor Grace Ann, anteriormente profesora de Sociología y Criminología en Briar Cliff, explicó que las mujeres que se hospedan en la casa están todas bajo libertad condicional y tienen que comprometerse a quedarse al menos dos meses pero no más de seis meses.

“Durante ese tiempo las mujeres tienen que buscar trabajo, reunirse con oficiales de libertad condicional y ayudar con las tareas de la casa, como cocinar y limpiar”, ella dijo. “En algunos casos, especialmente por razones de salud, hemos permitido que la estadía sea más larga”.

No hay un típico huésped de Clare House, dijo sor Grace Ann.

“Hemos tenido mujeres tan jóvenes como 19 años y tan mayores como 64; sin embargo, las edades más ocurrentes han sido 25, 26”, ella dijo. “Hemos tenido mujeres que terminaron una educación de octavo grado y unas que obtuvieron maestrías”.

Lo que podría ser una conexión común entre las mujeres es el abuso de drogas. Casi el 90 por ciento de las mujeres ha indicado un problema con el abuso de sustancias y casi el 80 por ciento ha estado en tratamiento por dependencia química.

“Ciertamente es uno de nuestros retos mayores, problemas de salud mental debido al ambiente en que estas mujeres fueron criadas con sus adicciones”, dijo sor Gwen.

Una de las necesidades que Clare Guest House podría enfrentar en el futuro es liderato. Sor Grace Ann tiene 79 años y sor Gwen tiene 84.

“No tenemos un plan”, dijo sor Grace Ann con una sonrisa, mientras sor Gwen se reía audiblemente, añadiendo: “Lo dejamos todo en las manos de Dios”.

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