por Junno Arocho Esteves
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — La esperanza es una virtud humilde pero potente que le da a los cristianos paz durante los momentos más oscuros de la vida, dijo el papa Francisco durante su Misa matutina.
“La esperanza es una virtud humilde, esa virtud que fluye bajo el agua de la vida pero evita que nos ahoguemos entre tantas dificultades”, dijo el papa el 17 de marzo durante la Misa en la capilla de la Casa Santa Marta.
El papa reflexionó sobre el Evangelio del día (Jn. 8:51-59), donde Jesús le dice a los escribas: “Abraham, el padre de ustedes se estremeció de gozo esperando ver mi día: lo vio y se llenó de alegría».
La referencia de Jesús a Abraham, dijo el papa, enfatiza la importancia de la esperanza en la vida cristiana. Aunque Abraham experimentó tentaciones en su camino, “él creyó más allá de toda esperanza”.
“Cuando no hay esperanza humana hay esa virtud [sobrenatural] que trae a uno adelante. Es humilde, simple, pero le da a uno alegría — a veces gran alegría, a veces solamente paz — pero le da a uno la seguridad de que la esperanza no engaña. La esperanza no engaña”, él dijo.
La esperanza es difícil de reconocer y explicar, él dijo, pero es el “hilo de esperanza” lo que une a los cristianos y los guía hacia adelante y “nos da paz en momentos difíciles”.
“La esperanza no engaña, siempre está allí: silenciosa, humilde pero fuerte”, él dijo.