por Catholic News Service
OTAWA, Ontario (CNS) — Miles de personas se unieron a la Marcha Nacional Anual a favor de la Vida, el 12 de mayo, entre tanto en el Parlamento Canadiense se debatía un proyecto de ley por medio del cual se procuraría legalizar la eutanasia y el suicidio con ayuda médica.
El tema central a enfocarse con la marcha siempre ha sido atacar “la amenaza contra la vida en sus primeras etapas debido a la práctica del aborto”, dijo el cardenal Thomas Collins, de Toronto, en su homilía a favor de la vida pronunciada durante la Misa en la Catedral Basílica de Nuestra Señora que se celebra todos los años.
“En nuestros días, hemos sido testigos de una amenaza creciente en contra de la vida al final de la carrera terrenal, debido a una decisión equivocada de la Suprema Corte y la preparación de la legislatura para poner en práctica tal decisión en todo el país”, les dijo el cardenal a los presentes.
“Tenemos sobre nosotros el azote de la eutanasia y del suicidio con ayuda médica y solamente necesitamos poner atención en países de Europa occidental que han tomado este sombrío derrotero para ver lo que nos puede pasar a nosotros”, añadió.
El cardenal Thomas llevó su mensaje a la Colina de Parlamento en donde animó a los manifestantes a actuar y unirse a la Coalición de Cuidado de Salud y Conciencia y para promover centros tanto de cuidado paliativo como de ayuda en la preñez.
El arzobispo Christian Lepine, de Montreal, les dijo a los manifestantes que la vida es “un dón de Dios”, sin importar lo frágil o débil que sea.
El arzobispo Luigi Bonazzi, nuncio papal ante el Canadá, les transmitió a los presentes la bendición y saludos que enviaba el papa Francisco.
E hizo una cita tomada de Santa Clara de Asís, quien una vez dijo: “Le agradezco a Dios por haberme creado”. Y dijo que su deseo era el de que el pueblo “le agradeciera a Dios por la vida que nos ha dado”.
“En nuestro país, la santidad de la vida está en riesgo en ambos extremos del espectro, tanto en el seno materno como al final de la vida terrenal”, dijo un miembro del Parlamento, Ted Falk, vice copresidente del Comité sobre Justicia y Derechos Humanos de la Cámara de los Comunes, quien había devuelto a la Cámara en pleno el proyecto de ley sobre eutanasia y suicidio con ayuda médica. “Tenemos que apoyar esto”, dijo Falk, animando a la gente a continuar con sus esfuerzos. “La ciencia está de nuestro lado”.
Al final, el comité rechazó la propuesta enmienda para fortalecer salvaguardias en favor de canadienses mentalmente vulnerables e incapacitados.
Falk fue uno de una docena de oradores de miembros del Parlamento que se manifestaron a favor de la vida en sus alocuciones ante los presentes.
Otras personas se unieron al evento, incluyendo a Obianuju Ekeocha, fundadora y presidenta de Cultura de Vida, África. “La leyes van y vienen, pero las verdades universales permanecen”, dijo. “Es una verdad universal que la vida empieza desde el momento de la concepción, sin excepción alguna”.
Ekeocha lamentó la decisión del Canadá en cuanto a enviar dinero para auspiciar abortos en países en vías de desarrollo en todo el mundo. “Les ruego que no utilicen la sangre de inocentes para pavimentar el camino del desarrollo”, dijo.
Contingentes de seguridad pública formaban vallas cerradas en la Colina del Parlamento a fin de evitar que los opositores de los manifestantes asaltaran los escalones mientras el programa continuaba como lo habían hecho los dos años anteriores. Cuando unos 100 manifestantes de oposición trataron de enfrentarse a los que integraban la marcha, la policía cambió el rumbo, acortándolo dos cuadras para evitar choques, dijo Jim Hughes, presidente de la Campaña de Coalición a favor de la Vida.
En la víspera de la marcha, sin embargo, los opositores interrumpieron la vigilia anual frente al Monumento de Derechos Humanos en Ottawa, dijo Hughes. Cerca de unos 30 opositores se parapetaron frente a los oradores que se pronunciaban a favor de la vida, pitaron con silbatos y gritaron obscenidades. “Hubo muchos juramentos y palabras profanas pronunciadas delante de los menores de edad presentes y religiosas”, dijo.