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Sanders dice que la invitación para ir al Vaticano no significa respaldo político

Sen. Bernie Sanders, D-Vt., a U.S. presidential candidate, speaks to media outside the Vatican after delivering an address at a conference on Catholic social teaching April 15. The Vatican conference was dedicated to St. John Paul II's 1991 social encyclical "Centesimus Annus" and was sponsored by the Pontifical Academy of Social Sciences and the Institutute for Advanced Catholic Studies. (CNS photo/Paul Haring)

Sen. Bernie Sanders, D-Vt., a U.S. presidential candidate, speaks to media outside the Vatican after delivering an address at a conference on Catholic social teaching April 15. The Vatican conference was dedicated to St. John Paul II’s 1991 social encyclical “Centesimus Annus” and was sponsored by the Pontifical Academy of Social Sciences and the Institutute for Advanced Catholic Studies. (CNS photo/Paul Haring)

por Carol Glatz

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Uno de los candidatos a la presidencia de los EE.UU., Bernie Sanders, dijo que su asistencia a una conferencia llevada a cabo en el Vaticano sobre enseñanzas católicas sociales no representaba respaldo político para su candidatura por el puesto de mandatario de la nación.

Cuando se le preguntó sobre la controversia que había despertado la invitación, durante un ciclo de la campaña presidencial, y si acaso tal invitación se traduciría en que el Vaticano, de alguna manera, apoyara sus pretensiones, Sanders le dijo al diario italiano “La Repubblica”: “No, no hay tal. El Vaticano no se involucra en esto. La conferencia no es un evento político”.

Sanders se contaba entre unos 35 ecónomos, académicos, dirigentes de iglesias y políticos que fueron invitados a asistir a la conferencia que se llevó a cabo el 15 y el 16 de abril. Las sesiones se habían dedicado a una encíclica de alcance social titulada en latín “Centesimus Annus” (Año 100) cuyo autor fue San Juan Pablo II en 1991. La conferencia fue auspiciada tanto por la Academia Pontificia de Ciencias Sociales como por el Instituto de Estudios Católicos Avanzados. El presidente ecuatoriano Rafael Correa y el presidente boliviano Evo Morales fueron también invitados a hablar en la conferencia que duró dos días.

Sanders dirigió la palabra durante 15 minutos, y en su alocución, el senador norteamericano, que es judío, ensalzó las enseñanzas sociales de la Iglesia Católica, diciendo que pocos “podrían equipararse con la profundidad y perspicacia ” que la iglesia despliega en sus enseñanzas morales sobre los problemas a vencer en una economía de mercado.

Sanders mencionó extensamente las muchas intervenciones anteriores del papa Francisco y ofreció, al mismo tiempo, fragmentos de su propia plataforma política, describiendo los efectos que tiene la suspensión de ciertos controles por parte del gobierno, los fraudes financieros y el financiamiento corporativo de campañas políticas testimoniadas en los Estados Unidos.

A pesar de los enormes problemas a vencer en el campo político, económico y moral, dijo Sanders, “el mismo papa Francisco es seguramente el más grande demostrador en contra de darse por vencido a la desesperanza y al cinismo ” y el Papa es una inspiración para la edificación de un consenso mundial a fin de establecer un mundo mejor.

Sanders les dijo a los periodistas que la encíclica del papa Francisco sobre la creación del mundo “ha ocupado un papel profundo para el cambio en la manera de pensar de mucha gente sobre la urgencia presente de intervenir con el cambio climático mundial. De esta manera, cuando recibí la invitación, a pesar de que me quita un día de mi campaña política, me conmovió tanto que no pude rehusarme a venir”.

El obispo Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la academia, había leído ante los participantes presentes una nota enviada por el papa Francisco, poco antes de que Sanders llegara unos 20 minutos tarde, después de su vuelo nocturno de Nueva York a Roma.

En la nota decía el Papa: “Tenía pensado hacerme presente hoy, cerca de las 7 de la noche para saludar a los participantes”, pero me di cuenta de que sería “algo complicado ” dado que saldría la mañana siguiente para la isla de Lesbos, Grecia, con el fin de visitar a una muchedumbre de inmigrantes detenidos allí. Y así, se disculpaba por no poder asistir, enviaba sus saludos y oraciones, agradeciéndoles a todos los que se habían prestado a participar.

En su presentación matinal, el cardenal de Honduras Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, miembro del Consejo Internacional de Cardenales del papa Francisco, dijo que el sér humano había hecho enormes adelantos, llegando a crecer “como gigante técnico”, pero que su falta de compasión y su sobra de egoísmo lo había reducido a ser simplemente “un enano ético”.

El materialismo y una economía sin restricciones han llevado a la secularización de las personas que “buscan más dinero, más belleza, mayor salud, más fama, mayor juventud y más eroticismo. Y en cuanto a tener mayor amor, de eso no se habla”, dijo.

Una economía moral no se opone a los principios capitalistas de inversiones, dijo durante un periodo de discusiones. “¿ Por qué no hacer de las inversiones algo limpio, abierto, ético ” en lugar de que sean algo corrupto, escondido y para provecho propio solamente?, dijo.

Mary Hirschfeld, profesora adjunta de economía y teología de la Universidad Villanova en Filadelfia, dijo que se preguntaba si el problema de la economía de hoy no residiría en “una lógica inmoral de economía” sino, más bien, en “tipos de moral que están en competencia”.

Y dijo que después de terminar su doctorado en economía en la Universidad de Harvard continuó con estudios doctorales en la Universidad de Notre Dame (Nuestra Señora), pues “me

pareció que cuando les enseñaba economía a mis alumnos les estaba enseñando teoría moral, pero una mala teoría moral”.

Había una máxima (aparentemente moral) en economía por la que “se afirmaba

que la manera más completa de realización humana era la de llevar al máximo las utilidades, las ganancias, llevar al máximo ” todo; y, en contraste, la genuina ética católica nos enseña que hay una diferente clase de felicidad.

En su presentación, el economista estadounidense Jeffrey Sachs, director de la “Sustainable Development Solutions Network” (Red de desarrollo de soluciones sostenibles), que se formó a iniciativa de las Naciones Unidas, recordó que había sido parte de un equipo de delegados que habían sido invitados por representantes del Consejo Pontificio de Justicia y Paz, hacía varias décadas, para ayudar a informarle al entonces papa cuando preparaba su encíclica “Centesimus Annus (Año 100).”

Y Sachs dijo que había sido escogido debido a que había sido consejero de Polonia, tierra del entonces papa y del movimiento de Solidaridad, en su transición fuera del sistema económico comunista, y que, incluso, le había presentado brevemente al entonces papa un panorama “de cómo se manejaban las cosas ” por acá (en Estados Unidos).

Y dijo que a pesar de las revoluciones económicas y tecnológicas que habían barrido el mundo durante el último cuarto de siglo y que habían traído efectos positivos, como la triplicación del producto mundial bruto y la reducción de extrema pobreza, no se había aplicado un marco de moralidad y, como resultado, se había multiplicado la corrupción, la desigualdad y la inestabilidad, dijo.

Daniel K. Finn, profesor de economía y de teología en la Universidad de San Juan en Collegeville, Minnesota, dijo en su discurso de apertura que la conferencia llevaba el propósito de estudiar la interrogante de lo que la iglesia necesita “a partir de este momento ” en su promoción de las enseñanzas católicas y en su participación activa en el mundo.

En el papel de esta academia se incluye el escuchar a especialistas consumados para adquirir un conocimiento profundo de “cómo ayudar, tanto a dirigentes de la iglesia como a católicos comunes, a que se entienda mejor lo que pasa a su alrededor”, dijo en la presentación del programa, en el que había colaborado la socióloga británica Margaret Archer, presidenta de la academia.

Y en esa misma presentación se afirmaba que una observación detenida  y un análisis completo, así como “una generosa atención para escuchar a los múltiples grupos que representan al pueblo y movimientos que se llevan a cabo en todo el mundo, eran necesarios para poder adquirir un sentido adecuado de la realidad social de hoy”.

Michael Naughton de la Universidad de Santo Tomás en St. Paul, Minnesota, le dijo al “Catholic News Service”, el 15 de abril, que se necesita que la amplia tradición de enseñanzas católicas sociales de la iglesia penetren en las actividades diarias de las personas para que los principios establecidos se traduzcan en acción.

Tales “dimensiones específicas ” de todos los días en la vida abarcan el mundo “intelectual, filosófico, económico, político y cultural “, dijo. “Y luego, también, se necesitan personas que practiquen todo esto en medio y en compañía del pueblo todo”.

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