por Carol Glatz
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — El papa Francisco visitará algunas de la comunidades más marginadas de México cuando visite en febrero y procurará llevarle esperanza a un país que sufre profundamente por el crimen, la corrupción y la desigualdad.
El Vaticano anunció el 12 de diciembre detalles sobre el viaje del papa a México del 12 al 17 de febrero, durante el cual parará en seis ciudades incluyendo dos en el estado Chiapas y — cruzando desde El Paso, Texas — Ciudad Juárez, la cual hace apenas cinco años se consideraba la “capital mundial del asesinato” según carteles de la droga se disputaban el corredor del narcotráfico.
El papa dijo en noviembre que quería visitar ciudades donde nunca fueron san Juan Pablo II y el papa Benedicto XVI. Pero él dijo que parará en la capital, Ciudad de México, para orar en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe. “Pero si no fuese por Nuestra Señora no iría” allá, él había dicho ante reporteros.
El papa volará hasta y regresará desde Ciudad de México cada día después de celebrar Misa en la basílica el segundo día de su viaje.
Durante los próximos cuatro días él visitará un hospital pediátrico en la capital, así como familias y comunidades indígenas en el estado ubicado más al sur y el más pobre de México, Chiapas, que cautivó la atención mundial con su Rebelión Zapatista durante la década de 1990.
Él visitará a jóvenes y a religiosos en Morelia, celebrará Misa en la frontera mexicana-estadounidense en Ciudad Juárez y visitará su infame prisión estatal Cereso, donde por lo menos 20 personas fueron asesinadas durante los disturbios de 2009 activados por pandillas rivales entre los presos.
“Estamos seguros que la presencia del Santo Padre nos confirmará en la fe, la esperanza y la caridad, ayudará a la iglesia a seguir adelante en la misión permanente”, dijo la conferencia episcopal mexicana en un comunicado del 12 de diciembre, “y alentará a creyentes y no creyentes a comprometernos en la construcción de un México justo, solidario, reconciliado y en paz”.
Padre Oscar Enríquez, sacerdote parroquial y director del Centro de Derechos Humanos Paso Del Norte en Ciudad Juárez, dijo a Catholic News Service que Juárez es a menudo visto como ejemplo de superación de la violencia extrema. “El papa siempre busca las periferias. Juárez es la periferia de México y es un lugar por el cual pasan los migrantes”.
Padre Patricio Madrigal, pastor de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en la ciudad Nueva Italia en Michoacán, dijo que al visitar Morelia el papa “quiere estar más cerca de una zona abatida por la violencia. Él quiere traer consuelo y también intimidad”.
La reunión del papa con jóvenes y religiosos en Morelia es importante, dijo padre Madrigal a CNS, ya que la iglesia allí trabaja para mantener a los niños fuera de los carteles y proveerle a los sacerdotes apoyo y “fortalecernos en la fe y en nuestro trabajo atendiendo a las víctimas de la violencia”. Los sacerdotes de la áspera región Tierra Caliente allí le habían prestado apoyo moral y espiritual a vigilantes que se armaban para expulsar un cartel narco en el 2013.
El papa Francisco “quiere darle a los jóvenes un mensaje de esperanza y de que se mantengan lejos de la tentación de la violencia”, dijo el sacerdote.