por Moira Cullings
moira.cullings@theleaven.org
ROELAND PARK — Cuando el desfile y el rally de los Kansas City Chiefs en el Super Bowl acabó en tragedia, los alumnos y las familias de la escuela St. Agnes de esta localidad se quedaron desconsolados por el tiroteo que dejó a dos de sus alumnas con heridas de bala.
Pero también resistieron.
La mañana siguiente al tiroteo del 14 de febrero que sacudió a la comunidad de Kansas City, las familias de St. Agnes se reunieron en la iglesia parroquial para rezar el rosario.
“Llenaron la iglesia”, dijo la Directora Jane Sullivan. “Pudimos rezar juntos, y luego afuera pudieron reunirse y abrazarse y hablar un rato”.
“Fue algo precioso”.
Fue un marcado contraste con la experiencia que varias familias de la escuela habían sufrido en menos de 24 horas.
‘Fue devastador’
Muchos de los aficionados católicos de los Chiefs asistieron a misa la mañana del Miércoles de Ceniza para comenzar la Cuaresma.
Algunos se dirigieron después al centro de Kansas City, Missouri, para celebrar la segunda victoria consecutiva del equipo en el Super Bowl.
Pero la concentración de la celebración que unió a los aficionados en la Union Station de la ciudad se convirtió abruptamente en una pesadilla.
Según el Departamento de Policía de Kansas City, 22 personas resultaron heridas, cerca de la mitad de ellas eran niños, durante el tiroteo perpetrado por dos menores.
El acto de violencia terminó con la vida de Lisa López-Galván, graduada en 1998 de la Escuela Secundaria Bishop Miege en Roeland Park y ella era muy querida en la comunidad.
El hijo de López-Galván, Marc, se graduó de Miege en 2019, y su hija Adriana se graduó en el 2023. Ambos asistieron a St. Agnes.
Las hermanas Melia y Madison Reyes, estudiantes de tercer y cuarto grado de la escuela St. Agnes, también fueron baleadas y heridas en el evento.
A medida que se iban conociendo estos detalles, la comunidad católica se quedaba atónita.
“Crees que no va a pasar aquí”, dijo Bill Creach, Director de la Pastoral del Campus de Miege. “Piensas que no le va a pasar a alguien que conoces, o que no te va a pasar a ti.
“Fue devastador”.
Las secuelas
“No hay ningún libro sobre cómo afrontarlo”, dijo Sullivan sobre la reciente tragedia.
Pero ella comenzó simplemente por estar ahí para su personal y sus alumnos.
“Creo que se trata de estar a lado de ellos, quererles y demostrarles que estamos bien”, dijo.
Poco después de que terminaran las clases el día del desfile, Sullivan y su equipo recibieron la noticia del tiroteo y supieron que dos de sus alumnas habían resultado heridas.
Algunos padres habían sacado a sus hijos de la escuela para que vivieran el trascendental acontecimiento del Super Bowl.
“Uno de mis padres [del colegio] estaba justo allí” donde se produjo el tiroteo, dijo Sullivan. “Teníamos varios padres que estaban allí mismo”.
Los educadores se quedaron atónitos ante lo que les contaron.
“Nos quedamos sentados allí durante mucho tiempo”, dijo Sullivan.”Fuimos y rezamos un rosario juntos como personal”.
Desde entonces, la Directora ha estado en contacto con la familia Reyes mientras las niñas se recuperan.
Sullivan describió a la familia como “tranquila, amable, llena de fe. Dios mío, son tan dulces”.
Expresó su preocupación por todos los que resultaron heridos o presenciaron el tiroteo, especialmente los niños.
“Sé que son fuertes”, dijo Sullivan. “Todavía esto va a cambiar vidas para siempre”.
St. Agnes no tuvo escuela los dos días posteriores al desfile debido a conferencias de padres y maestros programadas previamente.
“Creo que fue un regalo de Dios para nosotros”, dijo Sullivan.
Esos días dieron a los profesores la oportunidad de reunirse con los consejeros de las escuelas de toda la Archidiócesis.
St. Agnes planeó tener consejeros y perros de terapia disponibles para los estudiantes cuando regresaron a la escuela el 20 de febrero después del Día del Presidente, y para el resto de esa semana.
“La gente va a estar de duelo en niveles tan diferentes”, dijo Sullivan. “Algunos niños estaban allí y fueron testigos [del tiroteo].
“Algunos niños no tienen ni idea, y probablemente mamá y papá apenas han hablado de ello”.
Corazones destrozados
Al otro lado del estacionamiento, el ambiente en la Secundaria de Miege era igualmente sombrío una vez que se conoció la noticia del tiroteo y la pérdida de la ex alumna López-Galván.
“Nuestros corazones están destrozados al enterarnos de la pérdida de Lisa”, dijo la Directora Maureen Engen.
Engen dijo que muchas familias cuyos hijos asisten a Miege están relacionadas con la familia Galvan.
Se animó a los estudiantes y al personal a visitar la capilla siempre que lo necesitaran en los días posteriores a la tragedia.
“Hemos dicho a nuestros estudiantes que queremos que nuestra escuela sea un lugar seguro y reconfortante para que puedan llorar, rezar y sanar”, dijo Engen.
Entre su proximidad y el hecho de que muchos alumnos de St. Agnes van a Miege, las comunidades están entrelazadas en su dolor.
El día después del tiroteo, Miege envió a un grupo de alumnos y personal a rezar el rosario en la iglesia de St. Agnes
Y en la escuela se está asegurando de que sus estudiantes sientan un apoyo continuo.
“Nuestros consejeros están listos y disponibles para todos los estudiantes que necesitan procesar esta pérdida”, dijo Engen, “especialmente para aquellos que estaban en el desfile y experimentaron el miedo de correr por sus vidas.
“Estoy segura de que seguiremos uniéndonos como comunidad en oración por la curación tanto física como mental de la familia Galván y de los muchos familiares y amigos que se han visto comprensiblemente conmocionados por este desgarrador suceso”.
Fe y familia
“Cuando me enteré del fallecimiento de Lisa, se me partió el corazón”, dijo Evelyn López, amiga de la familia y administradora de la oficina de orientación de Miege.
“Conozco a Lisa y a su familia desde que nuestros hijos eran pequeños y asistían a la escuela de St. Agnes”, dijo.
López no tenía palabras para expresar su tristeza.
“Me encantaba la sonrisa de Lisa, su amor por la vida y su presencia llevaba sonrisas a los demás”, dijo. “Lisa mantuvo la familia y la fe en el primer plano de su vida”.
López se entristeció especialmente al pensar en los hijos de su amiga, que se quedan sin su mamá.
“Espero que toda nuestra comunidad se dé cuenta de lo preciosa que es la vida y abrace a su familia un poco más fuerte”, dijo López, “ya que no sabemos el día, la hora o el minuto en que Dios nos llamará a casa”.
Una alegría contagiosa
Creach recuerda a López-Galván como muchos lo hacen.
“Tenía la sonrisa más grande”, dice.
Fue su sonrisa, “y luego esa alegría que era la fuente de esa sonrisa”, lo que más destaca para él.
Creach se graduó en Miege en 1983 antes de regresar como profesor de teología en 1988 – un papel que ocupó hasta que se convirtió en el Director del Ministerio del Campus hace ocho años.
Enseñó a López-Galván durante su estancia en la escuela y la vio en varios eventos una vez que sus hijos fueron estudiantes allí.
Era “simplemente una gran persona: atenta, considerada, [y hacía] todo lo que podía para ayudar”, dijo Creach.
Muchos conocían a López-Galván como una popular DJ que actuaba en eventos por toda la zona de Kansas City.
“Pero ella dedicaba su tiempo y su talento a la escuela”, dijo Creach. “Y después de haber terminado la subasta de la escuela … ella, los últimos años más o menos, daba un poco de tiempo para el baile.
“Desplazábamos algunas mesas y despejábamos la zona para una pequeña fiesta posterior para la gente que quería quedarse y divertirse.
“Creo que eso lo dice todo de ella”.
Creach subrayó lo significativo que ha sido para Miege apoyarse en la fe en medio de tanto dolor.
“La fe es la base de nuestra comunidad”, dijo.
Cuatro días a la semana, la escuela ofrece misa antes de que comiencen las clases, y en los días posteriores al tiroteo, estaba claro lo reconfortante que era.
“Tuvimos mucha más gente de lo habitual, casi al máximo de nuestra capacidad en la capilla”, dijo Creach. “Hubo un gran equilibrio entre estudiantes y profesores, personal y padres.
“Fue triste pero hermoso ver a todo el mundo venir con sus oraciones y su amor y apoyo para Lisa, su familia y también la familia Reyes en [St.] Agnes”.
A raíz de todo esto, Creach recordó una cita de un libro, que a veces comparte con los alumnos que asisten a los retiros de Kairós de la escuela.
La persona que escribió el libro dijo que se supera el dolor”, explicó, “pero nunca se supera la pérdida”.
“Y así, sé que habrá un momento en que estaremos en un lugar mejor con nuestro duelo… pero nunca superaremos la pérdida de Lisa y lo que significaba para su familia y para Miege”.
Nuestra casa
Es un sentimiento que muchos expresaron en los días posteriores al trágico suceso.
“Cuando se producen este tipo de tiroteos, parecen tener lugar en otras ciudades y las víctimas son personas que no conocemos”, afirmó el Padre Michael Hermes.
Pero esta vez, la tragedia golpeó nuestra casa.
“Y esta vez, muchos de nosotros conocemos, respetamos y queremos a la víctima, Lisa López-Galván, y a su familia, la familia Beto López”, dijo el Padre Hermes.
El párroco de la parroquia de San Pablo en Olathe y Vicario del Ministerio Hispano de la Arquidiócesis conoce a López-Galván y a su familia desde hace años.
Su vida tuvo un profundo impacto en la comunidad hispana.
“Lisa López-Galván era bien conocida por muchos de nosotros como la DJ del programa Taste of Tejano en la radio KKFI”, dijo el Padre Hermes. “Yo escuchaba su programa de radio con frecuencia”.
Según el sacerdote, el padre de López-Galván, Beto López, tiene un grupo de mariachis que ha tocado en muchos cumpleaños, graduaciones, quinceañeras y bodas por toda la ciudad.
“Él ha proporcionado la música para innumerables misas y celebraciones en mi parroquia a lo largo de los años”, dijo.
San Pablo mientras tanto rezaba el Vía Crucis en español el viernes después del tiroteo, se rezó por Kansas City y por el fin de la violencia.
“Rezamos por el descanso eterno y la paz para nuestra amiga Lisa López-Galván”, dijo el Padre Hermes. “Y luego rezamos por consuelo y esperanza para la familia de Beto López – una familia que todos conocemos, respetamos y amamos”.
Temas fuertes
La noche del tiroteo, Jessica Switzer dijo que “se fue a la cama sintiéndose intranquila y derrotada”.
“Mientras conducía hacia el trabajo”, continuó, “la tristeza y el aturdimiento fueron sustituidos por un propósito”.
“El propósito es al menos mantener una conversación, aplicar a la vida real los conceptos que se analizan en clase e intentar encontrar posibles soluciones a algún nivel”.
La profesora de inglés del tercer año de Miege entabló una conversación con sus alumnos para ayudarles a procesar lo sucedido.
Cuando les pregunte por el ambiente que sentían en la escuela, sus respuestas incluyeron “estático” y “sombrío”.
“Al principio, mis clases parecían conmocionadas”, dijo Switzer, “pero luego se abrieron compartiendo simplemente las cosas que les inquietaban o perturbaban”.
“Luego debatimos los problemas que contribuyen a los tiroteos masivos y a la violencia en la comunidad”.
Los alumnos de Switzer expresaron su preocupación por cuántos niños resultaron heridos en la manifestación, por el hecho de que los tiradores fueran adolescentes, por los efectos nocivos de las redes sociales y por la fascinación de la sociedad por la bebida, las armas y la violencia, entre otros temas.
Para Switzer, crear un diálogo abierto fue una decisión fácil.
“Una de las razones es que abogo constantemente por que los estudiantes usen su voz y por que encuentren posibles soluciones”, dijo, “porque eso es lo que da valor a la vida y hace que el mundo sea mejor”.
Como madre de tres hijos, Switzer dice que entiende los retos emocionales que los niños atraviesan fuera de la escuela.
Como educadora, sabe que esas luchas no se quedan en los parámetros del hogar.
“Disponer de lugares seguros para mantener conversaciones respetuosas y profundas es esencial si realmente queremos tener un diálogo de calidad”, afirma.
“Sé que si sienten que pueden compartir sus pensamientos y perspectivas con respeto”, prosiguió, “y los demás pueden escuchar y compartir sus pensamientos y perspectivas con respeto, el mundo será mejor”.
‘Desbordamiento de amor’
Cuando ocurre una tragedia, parece que los actos de bondad llegan en masa.
“Ha habido un torrente de amor”, dijo Sullivan sobre el apoyo de la comunidad.
Según Sullivan, el Arzobispo Joseph F. Naumann llamó al párroco de St. Agnes, el Padre Pat Sullivan, la noche del desfile para informarse.
También expresó sus condolencias a los seres queridos de López-Galván en un comunicado publicado en su página de Facebook.
“Estamos acompañando a su familia con nuestro amor y apoyo”, dijo el Arzobispo. “Ella era una persona muy querida en nuestra comunidad de fe.
“Nuestras oraciones y más profundas condolencias están con su familia durante este momento doloroso”.
Sullivan dijo que Vince Cascone, Superintendente de las Escuelas Arquidiocesanas, y el Superintendente Asociado Lorenzo Rizzi fueron rápidos en llegar a St. Agnes.
La escuela también ha recibido una gran cantidad de apoyo de otras escuelas católicas que han enviado tarjetas, continuó, así como una escuela pública en Kansas City, Kansas, que envió “cadenas de amor.”
“En los partidos de baloncesto, había carteles que decían: ‘Amamos a St. Agnes’ cuando jugaron este fin de semana en los distintos colegios”, dijo Sullivan.
Los miembros de la organización de los Chiefs también han respondido a las secuelas del tiroteo de diversas maneras.
Entre las donaciones que los jugadores han ofrecido a las familias afectadas, Patrick y Brittany Mahomes visitaron a las niñas Reyes en el hospital.
Para Sullivan, la compasión de la que ha sido testigo y la fe de su comunidad escolar son las claves para seguir adelante.
“Las emociones están a flor de piel”, dice Sullivan. “Pero nos devuelve al centro con nuestra fe y Dios envolviéndonos con sus brazos”.
La escuela seguirá “unida y afrontando esto como una familia con amor y comprensión”, añadió.
En una muestra de fortaleza, St. Agnes celebró su subasta escolar como estaba previsto el 17 de febrero.
Padre Sullivan no pudo estar allí debido a una enfermedad, pero el Director leyó un mensaje que escribió, dejando a la escuela saber de sus oraciones y apoyo durante este tiempo difícil.
Sullivan dijo que está agradecida por cómo su personal ha manejado una situación tan desalentadora.
“Creo que este grupo es fuerte”, dijo. “Y son mujeres y hombres muy llenos de fe. No podría pedir un personal mejor”.
A pesar de todo lo que ha pasado, la escuela sigue adelante.
“St. Agnes es una comunidad increíble”, dijo Sullivan. “Realmente quiero mucho a toda esta gente”.
La Comunidad recauda fondos para las víctimas
Se crearon páginas GoFundMe tanto para la familia de Lisa López-Galván como para la familia Reyes con el fin de proporcionar apoyo financiero durante este trágico momento.
Se pueden encontrar visitando el sitio web en: gofundme.com y buscando “Reyes Family Fund” y “Elizabeth Lopez-Galvan Memorial”.
