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Estudiantes hispanos expresan temor por temas de inmigración

Elizabeth and her best friend, Evangelina Tapio, eighth-graders at St. Andrew Nativity School in Portland, Ore., walk to class May 2. (CNS photo/Katie Scott, Catholic Sentinel)

por Katie Scott

PORTLAND, Oregón (CNS) — Muchos inmigrantes en los Estados Unidos están viviendo en un ambiente de temor causado por acciones de la administración de nuevo presidente. Algunas de estas acciones incluyen un plan de construir un muro entre Estados Unidos y México, una orden ejecutiva sobre la aplicación de leyes de inmigración, y varias redadas.

Junto con las preocupaciones de los inmigrantes adultos están las preocupaciones de sus hijos. A la hora de la cena y en los salones de clases, los latinos jóvenes están intentando entender lo que está pasando, mientras escuchan las abundantes noticias que tienen que ver con inmigración y, más importante, como pueden afectar a la inestabilidad de sus familias.

“Los estudiantes están ansiosos, en muchos casos distraídos, ocasionalmente consternados porque temen por el bienestar de sus familias”, dijo Tim Joy, director de la escuela secundaria De La Salle North en Portland, que es casi un 40 por ciento latina. “Hemos tenido muchos estudiantes en lágrimas”.

Joy dijo que muchos de los padres temen salir a comprar comida, así que los estudiantes son los que están saliendo a hacer los mandados. Durante los últimos meses, Joy y sus compañeros administradores de escuelas católicas de la Arquidiócesis de Portland han estado intentando encontrar maneras de apoyar a los estudiantes latinos y a sus padres.

“Nuestros maestros y consejeros hacen lo que pueden para confortar, ser pacientes con tareas no entregadas, ayudar de cualquier manera posible”, dijo Joy al Catholic Sentinel, periódico de la Arquidiócesis de Portland.

Un estudio del 2013 por la organización de apoyo Human Impact Partners, con sede en California, encontró que los miedos de deportación causan problemas físicos y mentales en los hijos de inmigrantes que entraron al país sin autorización. Los investigadores del estudio concluyeron que niños ciudadanos estadounidenses que viven en familias que están bajo la amenaza de detención o deportación completan menos años de escuela y se les hace difícil enfocarse en sus estudios.

En las escuelas católicas del oeste de Oregón, aproximadamente el 10 por ciento de la matrícula total es de estudiantes hispanos; nacionalmente el 15 por ciento de los niños católicos de edad escolar es hispano. Las escuelas no registran el estado de inmigración.

Tayz Hernández, una estudiante hispana en la escuela secundaria Jesuita en Beaverton, dijo que los últimos meses han sido “muy estresantes”. Su madre, quien nació en México, no tiene documentación legal para estar en el país y ha escuchado rumores de parte de compañeros de trabajo hispanos acerca de las deportaciones repentinas. “Ella trata de no creerles, pero es difícil”, dijo Hernández. La estudiante del cuarto año de secundaria, que pronto será estudiante en la universidad de Seattle, dijo que sigue atentamente las noticias y trata de entender lo más reciente en lo que está pasando con leyes de inmigración para poder explicarle a su madre lo que está pasando. Ella intenta calmar a su mamá mientras esconde sus propias preocupaciones.

“Cuando veo las noticias tengo que recordarme que nada ha pasado todavía, ella no ha cometido ningún delito, así que no hay razón para que sea deportada”, dijo Hernández. “Pero siempre existe este inminente temor”.

Igual que la escuela De La Salle, la escuela St. Andrew Nativity, en el noreste de Portland, tiene un gran número de estudiantes latinos y educa a estudiantes que vienen de familias de bajos ingresos. Elizabeth, estudiante del octavo grado en Nativity, cuyo apellido no fue revelado a petición de la escuela, dijo que constantemente se preocupa por sus padres y hermanos, todos nacidos en México.

“Uno no le abre la puerta a nadie a menos que lo conozca”, dijo Elizabeth al Catholic Sentinel. “Mis padres hablan de eso, mis amigos hablan de eso”, ella dijo. “¿Qué haría yo si mis padres fuesen deportados? ¿Qué me pasaría a mí?”.

Pero Elizabeth dijo que sus padres han tratado de mantenerla tranquila. “Mis padres me enseñaron que lo que va a pasar pasará, así que trate de no preocuparme sobre eso”.

Aunque familias hispanas tengan documentos legales, el temor aún existe. Por ejemplo, Teresa Ramírez, madre de un estudiante en La Salle Prep en Milwaukie, dijo que el ambiente se siente “inestable”.

“Tengo primos que están aquí ilegalmente”, como ella estuvo por un tiempo, “así que conozco cómo se siente”, ella dijo, añadiendo que a veces ha recibido miradas sospechosas cuando está en público. “A veces siento que quiero esconderme, pero estoy orgullosa de mi cultura y mi fe; mi fe me mantiene hacia adelante”.

Ramírez y varios padres hispanos con hijos en escuelas católicas expresaron gratitud por el apoyo del arzobispo Alexander K. Sample de Portland. El arzobispo le dijo a una multitud de católicos hispanos durante una Misa del 10 de diciembre durante la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe: “A mí no me importa de dónde han venido, cuándo vinieron ni si tienen los documentos apropiados o no. Ustedes son amados”.

Las escuelas han tomado varias medidas para apoyar a las familias. Han ofrecido oraciones por la unidad, diseminado información y dado oportunidades para que los estudiantes expresen sus preocupaciones.

En la oficina de Nativity hay hojas en español e inglés sobre qué hacer si agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos tocan a la puerta. La escuela envió a los hogares un mensaje asegurándole a los padres y estudiantes que Nativity es “un lugar seguro, nadie tiene que identificarse en cuanto a su estado de inmigración y acogemos la conversación”, dijo Lizzie Petticrew, vicedirectora de la escuela intermedia.

Nativity también fue anfitriona de un evento “conozca sus derechos” para los padres en marzo, dirigido por un miembro del personal de Caridades Católicas de Oregón.

Scott Powers, director de servicio cristiano en la escuela secundaria Jesuita, dijo que la mayoría de las universidades jesuitas han asumido una fuerte postura contra las normas de inmigración del presidente Donald Trump y que “las escuelas secundarias jesuitas las han apoyado”.

La escuela tiene regularmente almuerzos informales donde los temas difíciles son abordados directamente, incluyendo la inmigración. “Queremos tener estas discusiones”, dijo Powers. “Estamos promoviendo la doctrina social católica”.

Maritza Méndez es una consejera académica en La Salle y su oficina recibió una corriente de estudiantes preocupados después de la elección de Trump.

“Simplemente estamos intentado crear un espacio donde los estudiantes pueden venir y expresar sus pensamientos y sentimientos”, ella dijo. Para muchos latinos que tienen familias inmigrantes estos temores han estado presentes durante mucho tiempo. Pero ahora, ella dijo, “ellos están cargando mucho más”.

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