por Junno Arocho Esteves
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — El papa Francisco condenó el ataque químico en Siria que dejó muertas unas 70 personas, incluso por lo menos 10 niños.
“Estamos horrorizados por los últimos eventos en Siria. Deploro firmemente la inaceptable masacre sucedida ayer en la provincia de Idlib, donde fueron asesinadas decenas de personas indefensas entre las cuales muchos niños”, dijo el papa el 5 de abril antes de concluir su audiencia general semanal en la Plaza de San Pedro.
Las imágenes de hombres, mujeres y niños muertos en las calles provocaron la ira internacional después de los ataques del 4 de abril en una zona controlada por rebeldes.
Algunos líderes del Oeste han acusado al presidente Bashar Assad y la milicia del país de perpetrar el ataque, basado en informes de que aviones militares lanzaron bombas químicas temprano en la mañana.
Según el periódico norteamericano The New York Times, la milicia siria negó haber atacado al pueblo y dijo que el ataque fue causado por insurgentes que culpan el gobierno sirio de ataques similares “cada vez que no logran las metas de sus patrocinadores”.
El papa Francisco animó a los cuerpos de socorro en la provincia de Idlib y suplicó a los líderes del mundo que ayuden a poner un fin a la violencia.
“Hago un llamado a la conciencia de todos aquellos que tienen responsabilidad política, tanto a nivel local como internacional, con el objetivo de que pongan fin a esta tragedia y que den alivio a esta población después de tanto tiempo sufriendo la guerra”, dijo el papa.
El ataque sucedió el mismo día que representantes de más de 70 países se estaban reuniendo en Bruselas para una conferencia el 4 y 5 de abril sobre cómo resolver la crisis humanitaria en Siria y para discutir maneras de apoyar una resolución pacífica al conflicto.
El arzobispo Paul Gallagher, secretario vaticano para las relaciones con los estados, estaba entre los representantes y se dirigió a la conferencia el 5 de abril.
La Santa Sede, él dijo, “sigue profundamente preocupada por los inmensos sufrimientos de millones de niños inocentes y de otros civiles, que continúan siendo privados de ayuda humanitaria esencial y de estructuras médicas y educativas”.
Él pidió el respeto de leyes humanitarias, especialmente para la protección de la población civil y las “condiciones y el trato de los presos”.
“La Santa Sede invita a todas las partes implicadas en el conflicto en Siria” que continúen esfuerzos para poner fin a la aparentemente infinita violencia, dijo el arzobispo Gallagher, y a restablecer un sentido de solidaridad para la cohesión social y la convivencia pacífica en el país.
El papa también dijo que sus pensamientos y oraciones estaban con las víctimas del bombardeo de una estación ferroviaria en San Petersburgo, Rusia, que dejó 14 personas muertas y 50 heridas.
El caos comenzó el 3 de abril cuando una bomba fue detonada en un tren subterráneo. La policía dijo que el perpetrador era Akbarzhon Dzhalilov, ciudadano ruso de Kirguistán. Después del ataque las fuerzas de seguridad dijeron que se había encontrado una segunda bomba en una estación cercana pero que no estalló.
“Confío a la misericordia de Dios a cuantos trágicamente han desaparecido, expreso mi espiritual cercanía a sus familiares y a todos aquellos que sufren a causa de este dramático suceso”, dijo el papa Francisco.